domingo, 17 de mayo de 2015

Desestimando toda norma de disciplina y moralidad,  practicando la sarta de sandeces  que adopta la sociedad, no debe extrañar que nuestra calidad de vida se dirige al detrimento en todo ámbito,  por las evidencias de falta de honestidad y veracidad tanto de expresión como de acción.

Solemos cargar las culpas de infortunios a factores diversos mas no analizamos que la culpa recae en nuestra falta de carácter en obedecer el manual de comportamiento.

Un buen o mal comportamiento nada tiene que ver con religión, y sí con, practicar Justicia, bondad y misericordia.

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