Casi nadie sonríe o muestra amabilidad salvo que tenga intereses en saber que ello puede redituar dividendos.
De comprender que ser manso es reconocer la supremacía en nuestras acciones del que nos dio vida y entramo nuestras entrañas.
Justo es delinear todo proceder, acorde a lo que se pide de nuestro desempeño diario, que es la honestidad. Veracidad y bondad a fin de alcanzar la vida abundante.
Muchas penurias arrojaríamos de nuestro peregrinar diario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario