Desde que
nuestra intención es realizar acciones injustas, oblicuadas por nuestras
palabras expresadas, sabemos que una expresión desprovista de decoro y respeto
hacia los oyentes es sinónimo de violencia que manifestaremos.
Por otro lado tenemos quienes expresan rectitud, mas su desempeño es plagado de violencia, secuaces de soberbios y complacientes con altivos.
Por otro lado tenemos quienes expresan rectitud, mas su desempeño es plagado de violencia, secuaces de soberbios y complacientes con altivos.
El punto
es: hemos adoptado las bajezas para expresar nuestras ideas, que no
identificamos que este es el punto de origen de la violencia, obteniendo una sociedad
llena de rapiña y violencia.
Por ser adoptado por la mayoría la ramplonerías, no deseamos cambiar ya que no identificamos decadencia en ello, hasta que se plante a nuestro lado alguien con mejores modales que el nuestro, esperemos no sea demasiado tarde de haber adoptado el mote de el peladito.
Esto acontecería si cambiamos de ambiente.
Por ser adoptado por la mayoría la ramplonerías, no deseamos cambiar ya que no identificamos decadencia en ello, hasta que se plante a nuestro lado alguien con mejores modales que el nuestro, esperemos no sea demasiado tarde de haber adoptado el mote de el peladito.
Esto acontecería si cambiamos de ambiente.
 
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