martes, 19 de enero de 2016

Ocuparse del carente y desvalido cuando está a nuestro alcance compartir del bien adquirido con honestidad, asegura recompensa, recibiendo de la misma calidad de acciones ofrecidas por quienes menos esperamos.

Es frecuente procurar lo mejor delante de quienes consideramos, obtener beneficios y  por eso tanto interés creado que subordina toda acción favorable.

Otro factor es la gran falsedad como muchos se mimetizan de carente volviendo esto su fuente de ganancias.

Conociendo bien la situación del carenciado, poco somos de accionar en bondad y honestidad, dado que no perdemos ocasión de obtener provecho a ultranza del daño causado al que deberíamos ayudar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario