miércoles, 17 de febrero de 2016

Cuando creemos salir airosos  de argucias, artimañas contra nuestro prójimo, es cuando empezamos a sufrir el cobro de la vida por nuestro actuar deshonesto, que no relacionamos  con acciones presentes.

Frecuente es que tomemos la perspectiva de vilipendiar lo presentado, cuando no se ajusta a lo deseado, obviando que por muy mal que aparente una situación, propósito tiene de traer bien a nuestra existencia,  divisado desde la perspectiva  de hacer bien a loa que nos rodean.

De permitir que la infamia e injusticia prevalezca solo sufrimientos y dolores  tendremos, nunca palpando el bienestar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario