Tanto en el ámbito laboral como cotidiano, las cosas que se presentan en desempeño Justo deberemos enfrentarlas, no evadirlas recordemos, que para el Justo toda comprensión en esa línea le es fácil; el problema lo tenemos cuando por nuestra injusticia, violencia e infamia deseamos tener puertas abiertas, a nuestras acciones y en lo más simple nos parece una odisea la tarea o algo intrincado.

Dado que la injusticia hace separación entre lo Espiritual y nosotros, no pueden ser contestadas nuestras peticiones.

Por lo general cuando predomina la injusticia, albergamos egoísmo, toda clase de malicia y rapiña donde tenemos por bueno sustraer bienes al prójimo, olvidando que tendremos que pagar con creses nuestra insolencia por actos de la vida.