Muchas de las adversidades son consecuencias de nuestros actos injustos,  los avatares de nuestra vida proceden de tres fuentes, de nuestro Creador, de la vida misma, o del adversario los mismos que hemos adquirido con nuestro proceder Injusto y egoístas.

En el identificar  cada uno de ellos, podemos traslapar fuente arrogando despropósito por las apariencias de las vicisitudes a la fuente equivocada.

Ignorando  que fuera de injusticia las adversidades llegan para nuestra mejora, limando asperezas de nuestro carácter, para proveer algo mejor según las circunstancias por venir.