jueves, 25 de agosto de 2016


El acomodo al léxico decadente y reiterado en el lenguaje exiguo actual de la sociedad,  no tiene relación a nivel o capacidad adquisitiva, pero el rechazo a ello sí  con procedencia y deseo de alcanzar mejores cosas, no lo material, sino en lo Espiritual.

 Una cosa es hablar desprovisto de elegancia y gracia a los oyentes por falta de instrucción y muy diferente es la falta de veracidad y honestidad por el cúmulo de injusticias practicadas, así que no tomemos tan en boga lo que nos puede estigmatizar  como vulgares y faltos de veracidad, es decir, lo reiterado en grosería.

No hay comentarios:

Publicar un comentario