Sabemos si
una persona es buena o mala, no es por
recomendaciones, sino por sus acciones dentro de la honestidad, verdad y bondad.
Lamentablemente a fecha, se interesa cada uno por su bienestar y no en como
poder ayudar al prójimo, aunque nuestro bien esta cuando elegimos ayudar a los
demás. Topar con personas fiables es más exiguo.
La decadencia económica empieza por restar importancia al ámbito Espiritual, pues hemos habituado toda conducta al robo, estafa y violencia así que, los frutos de las acciones propias muestran que no somos personas fiables, dignas de confianza en un empleo.
La decadencia económica empieza por restar importancia al ámbito Espiritual, pues hemos habituado toda conducta al robo, estafa y violencia así que, los frutos de las acciones propias muestran que no somos personas fiables, dignas de confianza en un empleo.
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