sábado, 13 de agosto de 2016

La paradoja de la era presente es desear que la vida marche a nuestro gusto, pero los gustos que llegan a nuestra mente no son de bien. De comprender que las bondades de la vida llegan con rectitud y Justicia practicada, tiempo tendría de gozar la vida abundante, pero como seguimos insistiendo de la injusticia, rapiña y violencia continuamos, en detrimentos con mísera vida.

En lugar de mejorar nuestros caminos, rumbo a la Justicia, procuramos  torcerlos más nulificando oídos a la voz  de lo que es bueno y malo que no es la convencía sino, la rectitud y justicia contenida en tal acción y, si hay falta de ella en la acción la acción es mala.

La realidad es desistir del camino del egoísmo y perversidades entonces,  estaremos aptos para vivir y no sobrevivir, como hoy.


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