martes, 13 de septiembre de 2016

El practicar bondad se encierra en un círculo de comportamiento, de manera que,  no ser presa de los de la industria de la mendicidad y  por los que toman nuestro acto como forma de ganancia, efectivamente, debe ser otorgado a los necesitados que transitan en honestidad hacia los demás.

Cuando esparcimos sin atender que debemos compartir nuestro pan con los necesitados es cuando caemos en falencias por bienes otorgados. Como en todo lugar recibimos egoísmo, envidia y rapiña no se aleja de los que las otorgan  las carencias y adversidades o cuitas sin ser de daño a nuestra persona.

 Somos proclives a  la  violencia y recreamos en ello nuestros ojos,  es decir, padeceremos violencia. Entonces, no se requiere ser avezado para ejercer bondad, solo un poco de sentido común. 

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