miércoles, 21 de septiembre de 2016

Procuramos el bien a los que así, proceden con nuestra persona, y  jamás procuramos el bien hacia los que están entorno. La rivalidad, envidia, egoísmo y estridencia predomina toda acción diaria que evita poder ayudar en cambio, no queremos tornar hacia la Justicia, bondad y serenidad por ser tomado como tontos pues bien, preferimos el detrimento constante, a la vida placentera que brinda el actuar bajo la Justicia, verdad y honestidad que es una persona.


 Nadie dejará de aseverar que mientras detectan tú proceder efectivamente, padecerás tropelías pero  esas servirán, para detectar las amistades dignas a conservar y las eventuales de ocasión.

Recuerda la prudencia es necesaria, para la práctica de Justicia, y lo podemos tomar como la precaución al hablar, actuar y opinar.

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