A fecha, la prudencia, respeto y mansedumbre todos valores son considerado, como anti-valores, esto es, cobardía y falta de hombría. Al imperar la estridencia, infamia e injusticia tomamos estas actitudes como normales, pero estamos tomando sentido contrario a la vida por consiguiente, cunde la violencia.

 En casa que debería ser lugar de reposo tenemos más de lo de afuera.

Tener envidiado, a los que por su pericia laboral portan estilo de vida pletórico, realmente, no es inteligente.

Tendríamos más producto, de atender que cada individuo posee capacidad diferente para administrar riquezas. No estemos pretendiendo, aquello para lo cual no contamos con capacidad por estilo de vida. “Los pobres siempre los tendremos”.