miércoles, 9 de noviembre de 2016

En época de, tantas penurias obtenidas en nuestro afán injusto y depravado. Tenemos por normal la injusticia y rapiña; pero deseamos perseverar en la injusticia por no requerir compromiso, rectitud, honestidad y verdad. Por lo tanto, prolifera la inseguridad y decadencia para los que aúnan a la forma de vida preponderante que es la injusticia.   
Es sumamente fácil, caer en la injusticia, así con la mentira efectivamente, ya estamos incursionando en su caudal. “Quieres ver días felices refrena tu lengua del mal y proferir mentiras”. Pero lo que a fecha abunda, sin embargo, es el lenguaje desprovisto de dignidad y decoro.  Saber el origen de las constantes fallas puede movernos a resarcir lo errado.

Casi nadie llama hacia la cordura y rectitud, en cambio,  es la única manera de salir airoso de la presente decadencia. En tomarlo o dejarlo está nuestra negación. 

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