Resulta muy
intrincado, personas que dicen amar a Dios y hasta se denominan cristianas,
pero no dejan de mentir, robar; practicar injusticias y violencias al prójimo; cuando
un cristiano no de religiones, sino real esta incrustado en la sociedad para ser un hito que marque la
diferencia no al hablar, sino a proveer la solución; a todo extravío presente de
moralidad y conducta siendo, modelo de comportamiento a imitar.
Mientras continuemos dando, auge al decadente estilo de vida presente que es egocéntrico, estridente y avaro no saldremos de la crisis, para ver la vida abundante; por más que escribamos, vociferemos obviar la negación a Dios. La realidad es que con nuestras acciones aumentamos la brecha entre Dios y nosotros para no ser escuchados, cuando clamamos.
Mientras continuemos dando, auge al decadente estilo de vida presente que es egocéntrico, estridente y avaro no saldremos de la crisis, para ver la vida abundante; por más que escribamos, vociferemos obviar la negación a Dios. La realidad es que con nuestras acciones aumentamos la brecha entre Dios y nosotros para no ser escuchados, cuando clamamos.
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