La generosidad;
actitud defenestrada y vilipendiada por lo tanto, portamos decadencia y
mezquindad, dado que, de la forma tratada somos tratados. En todo momento,
deseamos recibir lo mejor; pero resulta
que el que osa acercarse y pedir cuando tenemos para compartir recibe negativas
por puro egoísmo, desconfianza, y actitud mezquina. No deseamos hacer bien a
nadie, esto es, a parte de nosotros o nuestro círculo familiar. Fuera de nuestro
núcleo familiar lo consideramos estupidez cuando, en tal caso, no lo es, sino es
formar nuestro puente hacia la generosidad recibida.
Portáremos mejor
calidad de vida, libre de penurias cuando, se practique la generosidad,
Justicia y honestidad como estilo de vida, esto es, aunemos al carácter del que
busca obtener vida abundante. De otra forma continuaremos en detrimentos .
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