Tener, el comportamiento
sabio, para realizar acciones de edificación a nuestro semejante no es
ordinario; lo manido es la elaboración de maldades en perjuicio del que sea,
esto es, despliegue de argucias tendientes a lograr nuestra mejora; jamás
ayudar a nadie, sino  lo percibe es bueno
comprender que las penurias gravitan sobre nuestra cabeza, por la vejación a
las normas de libertad esto es, las morales que sin ellas tenemos
comportamiento por instinto (estos no se dominan) y no impulsos (se dominan).
Recordemos para ver días felices deberemos tener cambio de corazón, por acción Divina. Muchas de las falencias que hoy sufrimos, tienen solución no con educación o cosa parecida, sino con lo Espiritual de Dios.
Recordemos para ver días felices deberemos tener cambio de corazón, por acción Divina. Muchas de las falencias que hoy sufrimos, tienen solución no con educación o cosa parecida, sino con lo Espiritual de Dios.
 
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