viernes, 16 de diciembre de 2016

El omitir indecencias, obscenidades, aberraciones  y palabras grotescas parece que es debilidad; a la forma de actuar presente. Nuestro propósito de vida; es lo contrario al desempeño empleado. Dado, que con Justicia, honestidad la vida ofrece más vida sin languidez; pero  con injusticias corta vida; llena de adversidades evidenciamos efectivamente, por doquier.

A pesar, de lo padecido insistimos en la injusticia por ser lo habitual; obviamos la rectitud por considerar que amerita esfuerzo este proceder. ¿No razonamos, si otorga vida es por ser la correcta?  Las fuerzas requeridas para la práctica de Justicia, honestidad y bondad están en el ámbito Espiritual de Cristo. Hasta, comprender que ser de Cristo no es religión, sino estilo de vida en Justicia; palparemos la vida en plenitud. 

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