viernes, 23 de diciembre de 2016

En la vorágine, de la vida injusta o inmersa en frivolidades desechamos, esto es, priorizamos lo material y ganancias; al costo que sea  en detrimento de examinar el carácter de la procedencia de esas ganancias. Poco infiere accionar dentro o fuera de Justicia según apreciación mayoritaria; sin llegar a comprender que el ámbito Espiritual de la Justicia, rige sobre todo lo existente palpable o no.



Desestimamos, abstenerse de toda maldad por consiguiente, tapizamos la travesía por la vida de penurias y lamentos. Lo único que hacemos es retener lo malo, por no haber algo bueno. Cuando lo prioritario es que exista algo digno de buen nombre y desarrolle hábitos de integridad, honestidad y Justicia.

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