lunes, 5 de diciembre de 2016

Sumergidos, en la vorágine de hogaño se aprecia de absurdo procurar el bien al prójimo.  El propósito de la vida es trabajar así, tener para compartir con el carente, falto de vigor y no por vicios o voluntad propia. Pero hoy se tiene aversión al trabajo; se prefiere robar, defraudar y ejercer rapiña desconociendo, que esta es la forma de vida corta; la vida abundante está dentro de lo absurdo de la injusticia esto es, la Justicia. Mal de toda sociedad es la falta de valores como la Justicia, honestidad, respeto, lealtad y fortaleza de carácter por tanto, aumenta la corrupción, que es la impiedad.  
   
Todos desean vida longeva libre de penurias y ambientes cutres. La fórmula, es muy fácil, ser personas que provea a los demás, solución por cimentar nuestras acciones en Cristo.

Su palabra, dice “que al Justo la sabiduría le es fácil” y Justo es el que practica Justicia, honestidad y bondad; pero excluye al mamarracho que se cree Cristiano por ritos o asistencias a liturgias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario