domingo, 1 de enero de 2017

No hablar mal de nadie; ser pacíficos, amables mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres,  será concomitante para dejar  de aborrecer unos a otros. Es claro, que esto no surgirá por iniciativa propia; pero si por determinación propia; en la elección de la fe en el único Creador y sustentador. Donde, creamos o no,  él  actúa.

Es cierto, que donde no hay envidia, egoísmo y maldades es superfluo la estridencia.  Solo que hogaño pernea todo espacio sin justicia; deberemos accionar con Justicia para portar vida longeva y abundante.


No hay comentarios:

Publicar un comentario