viernes, 12 de mayo de 2017

En ocasiones, nos amedrentamos por la lozanía del equipo contrario en pugna; al obviar lo equipotente que nos ofrece la Justicia practicada. Lo manido es temer por no concebir la práctica asidua de la rectitud. Las ramplonerías de nuestras acciones, palabras y propósitos injustos ofuscan, alcanzar la vida abundante.

Con afán e injusticias nos ocupamos por lo material (el dinero) sin atender que somos tripartitos: espíritu, alma y cuerpo (materia) no vejemos lo más importante de la vida por lo más visible.

Sin la comprensión que bajo la Justicia podremos ser equipolente en toda acción Justa; la temeridad de la inseguridad gravitará siempre sobre nuestro desempeño.

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