martes, 26 de septiembre de 2017

Los que hablan de paz con su prójimo mientras, albergan el mal en sus corazones; impíos e inicuos le es retribuido conform e a su obra y según la maldad de sus hechos. Deberemos cuidar no ser partícipe de sus procederes, o cuidar de no emular sus hechos, para no recibir de sus recompensas. Lamentablemente estamos más preocupados por agradar a la mayoría, y no al dador de vida que marca como vivir mejor. El posmodernismo ensalza la transgresión y defenestra del atavismo moral. De comparar calidad de vida entre los dos modelos de seguro persistiríamos en lo que produce decadencia y detrimento.

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