Cuando nuestros procederes se cimientan en lo material, sin atender lo Espiritual y moral el afán, injusticia, e infamia primará; sin la comprensión que el que agrada a Cristo por manifestar de su carácter diariamente, recibe el paquete integral requerido para alcanzar la vida abundante.
Recuerde, más vale un puño lleno con Justicia y sosiego que ambos llenos con injusticias y afanes. Es dulce la recompensa del Justo y días aciagos le esperan al injusto.
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