domingo, 22 de octubre de 2017

No tener pleito contra alguien de no sufrir agravio, y buscar el diálogo de recibir el agravio es parte de perseguir la paz. Inmersos en medio beligerante tenemos la prudencia y el discernimiento, para no actuar como animales por el más fuerte típico del pensamiento débil que impera, pero prudencia y discernimiento es vida. Recuerda, al hombre violento, perverso y boca mentirosa no recibe oportuno socorro, pero sí aborrecimiento de Dios y ÉL es eterno. Hogaño prima la estima de la mayoría, sin atender que la mayoría languidece inmersa en zozobra del desempeño perverso. Entonces el único camino hacia la vida abundante es orientado a internalizar el carácter Justo de Cristo por la fe.

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