lunes, 30 de octubre de 2017
Nuestro vientre es colmado  con  el fruto de lo proferido; muerte y vida está en poder de la lengua, de lo escogido nos atestaremos. El testigo falso será castigado, como el que alienta mentiras. Aparta tu oído o deja de proferir lo que erra a la sabiduría y Justicia, para que pruebes de lo que emana vida; el perverso se burla de la Justicia, y el impío encubre la iniquidad.
 Lamentablemente, por doquier  aliciente tenemos para proferir lo conducente a la muerte; en desmedro  de la vida libre y gloriosa, de hacer lo correcto. Hogaño trastocados los valores  tenemos como virtud lo decadente. 
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