martes, 5 de diciembre de 2017
Tenemos una multitud de religiosos y escasa masa de los atestados de información, pero pocos de los que practican la palabra llevándola a los hechos concretos de la vida. Sorpresa, lo único que identifica tener vida fructífera ante lo eterno, es la internalización del carácter de Cristo en el diario vivir; nunca ritos, religiones u hombre alguno.
Vayamos a lo seguro sin errar a lo primordial de la vida, que es la Justicia manifiesta en todo asunto realizado; que asegura una vida pletórica. Sí, tenemos una vida para demostrar que somos merecedores de más vida; no claudiquemos ante el estrépito de la injusticia, que defenestra de la Justicia.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario