jueves, 22 de marzo de 2018

Avieso

Antaño quien no sé desempeñaba rectamente era reconvenido o amonestado, a un proceder justo; primaba este proceder en cada ser avispado, del pago del proceder propio. Hodierno las aberraciones, tropelías y ensañamiento aumentan, por desconocer límites para discernir entre lo Justo y lo avieso. Cada día licuamos los valores morales, hasta desaparecerlos ante la conveniencia; sin importar la justeza empleada para nuestro fin. Es necesario ceñirse al proceder “Hacer a los demás el bien que te gustaría recibir”, entonces la vida plena abrirá sus puertas.

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