De caer a cuenta en la gravedad de los intersticios entre Dios y nosotros manifestado en la calidad de vida, debe ser conducente a la obediencia a Cristo Jesús.
No atender la obediencia a Cristo Jesús, la decadencia será nuestra conducta cotidiana; no percibir la bondad de la vida radica en esta parte.
Recuerde, el aspecto favorable o adverso de una situación dependerá de la relación con Dios.
De elegir la fe no amilanes ante embates de detractores para triunfar.
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