La palabra que ha hablado Dios no deja de cumplirse, que en la ignorancia pretendemos priorizar los sentimientos a la razón vilipendiando la justeza; nombre pomposo de pos verdad que es aberración y llanamente mentira pretendida, sumerge en confusión conducente a la rectitud.
Buscamos lo decadente y ninguneamos lo recto justo que desciende de lo alto moralmente y espiritual; deseamos mejorar calidad de vida sin acceder a la justicia practicada que es un cotrasentido.
La corrupción es decadencia al pueblo,pero la practica de justicia produce calidad de vida longeva en el propósito de Dios.
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