La abundancia adquirida se esfuma y seguridad, confianza y certeza fuera de Dios es inútil. Ante la soberbia, arrogancia e indiferencia al prójimo hace gravitar sobre nuestra cabeza muchos males.
Hodierno bulle la propensión al egoísmo donde se busca el confort propio sin atender el mal al prójimo, causado por nuestro proceder.
Es necesario empatía con el afectado para enmendar y resarcir de entuertos causados y estropicios, pero como esto representa más gastos y menos ganancias en lo material lo obviamos.
No atender que en lo Espiritual es gran ganancia en vida longeva y portar vida abundante no obviar al prójimo, hace tener la benevolencia a la puerta.
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