El fabricar ídolos adorarlos, venerarlos u otro giro idiomático ante Dios nos hace abominable. Nunca Dios dice requerir de ayuda para desempeñar su función ya que es omnipresente y omnisciente pero sí dice que serán entregados como botín y presa para los impíos los idolatras.

Todos seremos juzgados conforme a caminos de justicia practicado dice Dios. No la asistencia a religiones o ritos nos hace más aceptos a Dios, sino la verdad y obediencia a su carácter evidenciado por un estilo de vida recto en cuanto a su carácter.