Advierte Dios: Por haber profanado mi santuario con idolatría y abominaciones, yo también te quebrantaré. Mi ojo no perdonará ni tendré de ti misericordia.
No estribemos a la suerte producto de nuestras elecciones. Mejor rectifiquemos forma de proceder, para obtener verdadera libertad que debe sustentar reglas de conducta conducente a la vida pletórica.
Por más que emita mis intenciones de alcanzar lo mejor, de no cumplir lo advertido estaremos inmersos en la decadencia.
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