Es necesario no rehuir a las obligaciones adquiridas en el desempeño de nuestras funciones, es más apreciado quien enfrenta las consecuencias que el que las evade con argumentos pueriles.
Cuando nuestro desempeño es recto y justo hasta lo tramado en detrimento torna en algo agible para remediar y contribuye a nuestro fin.
La forma de ser apreciado laboral mente es la disposición con la capacidad en lo encomendado, para entregar resultados eficientes.
El don de cada persona puede colocarlo delante de los reyes; cuando ese don es empleado con eficiencia y óptimos resultados, mientras la mediocridad no deja de circundar.
La Justicia es Cristo Jesús.
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