Ser rico comienza por el uso otorgado a los pequeños o grandes ingresos como priorizar nuestras necesidades periódicas y esenciales sin lugar a despilfarrar en vicios o apetencias, logrando ahorro sin ser durañon. Toda adquisición se hace bajo la regla de que podrá producir ingresos sin esto cumplido no se adquiere, misma regla para el conocimiento.

Caer en pobreza es priorizar las apetencias y veleidades dando afluencia a todo vicio con tope de gastar hasta donde otorgue los ingresos, sin considerar el ahorro para posibles imprevistos. Se desestima el conocimiento y se profundiza en fruslerías de la vida en sociedad, prima la apariencia por la esencia.

Recuérdese, la capacidad para hacer riquezas es otorgada por la complacencia obtenida a Cristo Jesús, de lo contrario implementar estas normas será un suplicio.

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