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Buena es la sal, pero si la sal se vuelve insípida ¿con qué la sazonareis? Tened sal en vosotros mismos, y estad en paz unos con otros.
Que las riquezas o ambiciones del presente no quiten galardones por agenciar en la travesía de la vida.
Recuérdese, para con los hombres es imposible, pero para Dios todo es posible.
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Las adversidades que hoy padecemos e interpretamos como algo aciago, mañana las comprenderemos como necesarias para alcanzar lo mejor.
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