Para tener
éxito en toda obra realizada, es necesario tener presente, la justicia, verdad
y bondad, practicada diaria mente, hasta conformar nuestro carácter acorde a
ellas, de esta forma ser uno en lo que predicamos y hacemos.
Es cierto
que cuesta mucho, actuar de esta forma y más si está nuestra vida tan apedada a
los dictámenes de la sociedad.
Existe una
forma infalible de desarraigar, esos
dictámenes del egocentrismo de nuestro ser, consiste en pasar por una
crisis donde reconozcamos nuestra debilidad
y carencia del Todo poderoso, de otra forma sufriremos sin aprender de esa
situación.
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