Por cuanto
nos negamos actuar en todo momento con justicia, verdad y bondad las mismas
acciones perversas, nos arrastran a las consecuencias que hoy tenemos vigente
en toda la sociedad:
Corrupción,
deslealtad, falsedad y egocentrismo que forjan nuestro carácter para seguir
accionando, bajo esta perversa línea de acción donde nosotros decidimos, no
mirar la forma correcta de avanzar en este campo de entrenamiento denominado
vida, y como administradores debemos calificar según nuestro desempeño a donde nuestro corazón se haya inclinado
será nuestra calificación.
Tenemos el
poder en nuestra conciencia, para enmendar toda acción en dirección a la
justicia solo falta nuestra voluntad y desistir de escuchar las voces que
arrastran nuestras acciones a lo perverso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario