martes, 16 de octubre de 2012


Algo que jamás practica alguno de religiones es no consentir las acciones de quien vive desordenada mente, entrometiéndose en vida de los semejantes, por murmuración o chisme donde el deporte favorito de toda gente mayor, parece ser el atisbar todo comentario para divulgar.
Hoy he leído 2 tesalonicenses 3: 10-14 que se debe amonestar a quien practica esto de la murmuración, para retomar un estilo de vida digno de ser receptor de vida prolongada y pacifica.
Pero resulta que se obvia este paso para dar rienda suelta a su lengua, sin considerar las consecuencias atroces  producidas por este esparcimiento o deporte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario