Algo que
jamás practica alguno de religiones es no consentir las acciones de quien vive
desordenada mente, entrometiéndose en vida de los semejantes, por murmuración o
chisme donde el deporte favorito de toda gente mayor, parece ser el atisbar
todo comentario para divulgar.
Hoy he
leído 2 tesalonicenses 3: 10-14 que se debe amonestar a quien practica esto de
la murmuración, para retomar un estilo de vida digno de ser receptor de vida
prolongada y pacifica.
Pero
resulta que se obvia este paso para dar rienda suelta a su lengua, sin
considerar las consecuencias atroces
producidas por este esparcimiento o deporte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario