Cuando
interfieren con nuestros intereses, placeres o conveniencias poco nos importa
de donde procede la interferencia o el propósito de ello.
Cuando
sería inteligente de nuestra parte prestar atención al llamado que algo, nos
está diciendo y requiere acción nuestra.
De
ignorarlo, sufriremos las consecuencias de las elecciones nuestras, donde nada
tiene que ver el Todo poderoso sino nuestras inclinaciones.
Por lo
regular es menester tener afinado nuestra percepción Espiritual, para ser capaces
de comprender los llamados que son de diferentes formas, incluyen una
inexplicable interrupción hasta una fuerte advertencia de vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario