El impulso
del corazón o el de nuestros ojos en caso de codiciar, en lugar de esforzarse
para obtener legítima mente el objeto
codiciado, es lo que va forjando nuestro apartamiento de las cosas Justas
Verdaderas y en bondad que deberíamos evidenciar a los que nos rodean si
queremos portar paz, larga vida y vida abundante que no se limita solo a
confort, sino lo incluye si eso es lo correcto y necesario.
Si nuestros ojos es la ventana del alma y de lo que veamos y escuchemos de esos se llenará nuestro interior, podemos decidir llenar nuestro interior no con la basura que brinda la mayoría que por provenir de la mayoría no significa que es correcto, refiriéndose al uso de palabras procaces, deshonestas y groseras que vamos empleando sin analizar el grado de afectación hacia nuestra persona.
Porque nuestras acciones comienzan por nuestro pensamiento que estos se forman por lo suma de lo visto, escuchado, de no ser así los más violento e infame esta donde alimentemos mejor esta actitud negativa de nuestro interior; que a fecha no es negativa sino libre expresión como ha ganado terreno lo incorrecto.
Si nuestros ojos es la ventana del alma y de lo que veamos y escuchemos de esos se llenará nuestro interior, podemos decidir llenar nuestro interior no con la basura que brinda la mayoría que por provenir de la mayoría no significa que es correcto, refiriéndose al uso de palabras procaces, deshonestas y groseras que vamos empleando sin analizar el grado de afectación hacia nuestra persona.
Porque nuestras acciones comienzan por nuestro pensamiento que estos se forman por lo suma de lo visto, escuchado, de no ser así los más violento e infame esta donde alimentemos mejor esta actitud negativa de nuestro interior; que a fecha no es negativa sino libre expresión como ha ganado terreno lo incorrecto.
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