martes, 16 de abril de 2013


El impulso del corazón o el de nuestros ojos en caso de codiciar, en lugar de esforzarse para obtener  legítima mente el objeto codiciado, es lo que va forjando nuestro apartamiento de las cosas Justas Verdaderas y en bondad que deberíamos evidenciar a los que nos rodean si queremos portar paz, larga vida y vida abundante que no se limita solo a confort, sino lo incluye si eso es lo correcto y necesario.

Si nuestros ojos es la ventana del alma y de lo que veamos y escuchemos  de esos se llenará nuestro interior, podemos decidir llenar nuestro interior no con la basura que brinda la mayoría que por provenir de la mayoría no significa que es correcto, refiriéndose al uso de palabras procaces, deshonestas y groseras  que vamos empleando sin analizar el grado de afectación hacia nuestra persona.

Porque nuestras acciones comienzan por nuestro pensamiento que estos se forman por lo suma de lo visto, escuchado,  de no ser así los más violento e infame esta donde alimentemos mejor esta actitud negativa de nuestro interior; que a fecha no es negativa sino libre expresión como ha ganado terreno lo incorrecto.

 

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