Quien
acostumbra manejarse con rectitud, Justicia e integridad, riqueza y bienes tiene en su casa, para el no hay tinieblas o
dificultades.
Quien es
hombre de bien, con misericordia da prestado sin intereses ocultos; el temor de
malas noticias no le vendrá.
Se irrita el malvado pues su misma ambición lo consume.
Se irrita el malvado pues su misma ambición lo consume.
A tiempos
actuales donde la avaricia, egoísmo y envidia es exaltado casi nadie se toma la
imprecación, de analizar que esto que hemos dejado a un lado de nuestro actuar
diario, lo que nos proveerá aquello que pretendemos alcanzar con injusticias y
mentiras.
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