martes, 20 de agosto de 2013


Confiar en que la paga de las acciones cometidas en contra nuestra, está esperando momento oportuno para hacerse efectiva, sin que tengamos que intervenir es: dejar lugar a la Justicia Divina.

Pocos atendemos que el que a hierro mata, a hierro muere; dando rienda suelta a nuestra ansias de venganza por manos propia, cayendo en la misma situación que procuramos enmendar de los demás.

Si tan sólo atendiéramos y accionáramos no ejecutando lo que no deseamos que se nos haga, tendríamos mayor descanso en la vida diaria.

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