Nadie
analiza que por el actuar diario en violencia y malicia, es que obtenemos la
actual decadencia de vida donde por habituar a presenciar inferencia al dolor
ajeno, insensibilidad para distinguir entre lo justo e injusto.
Tenemos por bueno lo que nos hace sentir bien
y malo lo contrario, con esta mentalidad errónea vamos educando sin límites a
nuestros hijos ya no consideramos la
rectitud, equidad y honestidad.
Por eso es
más difícil encontrar tranquilidad, seguridad y abundancias de vida, por la
sencilla razón que de esta forma obviando la Justicia, rectitud y honestidad jamás
obtendremos largura de días y abundancia.
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