El egoísmo,
envidia, y resentimiento impulsa nuestros afanes más que las carencias y
apetencias físicas, pero desconocemos que estas actitudes originan las
amarguras, adversidades e inconformismo que
invocamos sobre nuestro ser.
A pocos les interesa rectificar su desempeño diario hasta que una carencia amenaza la existencia o “confort” y nunca relacionamos actitudes aunque algunos transitan por tramas tortuosos saliendo librados a fin de rectificar.
A pocos les interesa rectificar su desempeño diario hasta que una carencia amenaza la existencia o “confort” y nunca relacionamos actitudes aunque algunos transitan por tramas tortuosos saliendo librados a fin de rectificar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario