Acostumbramos regir nuestras acciones por la moral, hasta adoptar la lógica, a fecha lo importante es lo conveniente, vejando las dos anteriores sin comprender que la mora,l siempre comprende el ámbito Espiritual donde se obtiene la verdadera prosperidad.

Las acciones injustas, violentas e infames solo sumergen nuestra existencia en, círculo vicioso  de detrimento y violencia donde jamás la paz y seguridad tendremos, por ser esto frutos de practicar Justicia.

Lo de buen proceder es vilipendiado hasta defenestrado, por estar habituados a la injusticia, no queremos comprender que la vida es para transitarla en armonía, sin excepción de personas procurando el bien a los demás.