A fecha eludimos todo tipo de responsabilidades, no deseamos más que placeres y satisfacciones, sin embargo las consecuencias de placeres que creemos, acarrean más responsabilidades. En el acallar todo esto es donde alargamos nuestras manos a la injusticia.

 Padres que no proveen a sus engendrados, no obstante los que proveen con práctica de acciones injustas y transmiten a sus hijos, que ese actuar es bueno. Como la mayoría está habituada a proferir mentiras, pero lo indicado es que hablemos verdad y apartemos nuestros labios del estilo de vida de divulgar estulticias y soeces para obtener lo mejor. Hoy casi nadie vive en plenitud, hasta los religiosos inventan maneras de robar.