Planeamos argucias,
artilugios y todo daño; para extraer del
prójimo toda clase de beneficios por el solo hecho. Enigmático de la maldad es,
que a veces ni lo requerimos; pero causa placer sustraerlo.
Con tales
procederes ¿Cómo podremos emanar amor; cuando ni estimamos la existencia
propia? De cantamos por la injusticia; olvidando que ella sumerge en detrimento
y aleja de la vida placentera. La
gratificación a todo proceder de Justeza es vida longeva; poseyendo los anhelos
de nuestro corazón Justo. No es frecuente la vida longeva, por no ser manida la
justeza.
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