domingo, 15 de enero de 2017

Tener un carácter compasivo, fraternal, misericordioso, humilde; no  devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino bendiciendo son los requerimientos, para heredar bendición.           


Lamentablemente, la forma de desempeño hogaño es con base a la violencia y truhanerías; cada día, estamos más distantes de ver días  buenos. Por la asiduidad de injusticias y defenestrar de la fe en el único Dios, no concebimos: apartar nuestra lengua del mal pensado y ejercido, ya que uno lleva a lo otro. El apartarse del mal proceder resulta en gran esfuerzo, cuando cunde la injusticia y perversión; pero lo valorable a sopesar, debería ser como transitar la vida con gozo, paz y armonía.

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