A pesar de
padecer, penurias jamás las relacionamos con la mezquindad practicada; deseamos
recibir y no dar y las normas
Espirituales indican que recibimos para dar y no retener, activando, recibir
más.
Alguien,
pide un favor y verá la forma de obtener provecho de ello por su mentalidad
egoísta; pero en nosotros cuenta un proceder que confié que nos espera más, sí
procedemos con buen talante y bondad, para que de forma menos esperada sea
compensado este proceder. Pero el meollo del asunto es, desprenderse de lo
visible para alcanzar lo prometido, bajo
la fe activada en Cristo y obediencias a sus principios Espirituales.
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